Atubarukeke nace hace 10 años a raíz de un taller de Expresión Corporal impartido por la profesora Beatriz Fernandez en la Universidad Fray Luis de León. En sus orígenes estuvo vinculado a esa misma universidad y más tarde a la Universidad Miguel de Cervantes, con la cual mantiene el vínculo en la actualidad.
El taller se planteó con carácter abierto a todas las especialidades en aquel momento existentes. Sin descartar un componente de casualidad marcado por el propio devenir de la vida, el curso realizado despertó en los alumnos la inquietud y necesidad de continuar experimentando en este campo dentro de un contexto grupal. De este modo se creó un grupo que buscaba inicialmente la interiorización de experiencias personales en el campo de la expresión.
Con el tiempo se planteó orientar el trabajo del taller hacia un espectáculo que tuviera siempre como hilo conductor un tema o idea de fondo. Al mismo tiempo se empezaba a desarrollar y explorar los recursos de la danza como herramienta. El trabajo que desarrollamos tiene un carácter participativo, todos los componentes del grupo se implican en el desarrollo de la idea, el trabajo creativo y las coreografías finales. Ese carácter se traslada al espectáculo buscando siempre la conexión con el espectador a través de esa idea o tema, de manera que éste pueda identificar experiencias vividas propias con lo que siente en el momento.
Uno de los puntos fuertes del grupo es su carácter heterogéneo, la fusión de personas que proceden de disciplinas muy dispares. Esto es parte fundamental del enriquecimiento del taller, ya que cada uno es especialista en un campo y en conjunto se entremezclan disciplinas como música, acrobacia, escenografía, diseño, teatro... siempre guiadas a través de la danza y la expresión corporal.
El objetivo de este encuentro grupal es transmitir y dar a conocer la experiencia del cuerpo como lenguaje de expresión. Hay siempre una labor pedagógica y educativa tanto en el taller como en los espectáculos pero sobre todo una labor experimental y creativa.
El taller se planteó con carácter abierto a todas las especialidades en aquel momento existentes. Sin descartar un componente de casualidad marcado por el propio devenir de la vida, el curso realizado despertó en los alumnos la inquietud y necesidad de continuar experimentando en este campo dentro de un contexto grupal. De este modo se creó un grupo que buscaba inicialmente la interiorización de experiencias personales en el campo de la expresión.
Con el tiempo se planteó orientar el trabajo del taller hacia un espectáculo que tuviera siempre como hilo conductor un tema o idea de fondo. Al mismo tiempo se empezaba a desarrollar y explorar los recursos de la danza como herramienta. El trabajo que desarrollamos tiene un carácter participativo, todos los componentes del grupo se implican en el desarrollo de la idea, el trabajo creativo y las coreografías finales. Ese carácter se traslada al espectáculo buscando siempre la conexión con el espectador a través de esa idea o tema, de manera que éste pueda identificar experiencias vividas propias con lo que siente en el momento.
Uno de los puntos fuertes del grupo es su carácter heterogéneo, la fusión de personas que proceden de disciplinas muy dispares. Esto es parte fundamental del enriquecimiento del taller, ya que cada uno es especialista en un campo y en conjunto se entremezclan disciplinas como música, acrobacia, escenografía, diseño, teatro... siempre guiadas a través de la danza y la expresión corporal.
El objetivo de este encuentro grupal es transmitir y dar a conocer la experiencia del cuerpo como lenguaje de expresión. Hay siempre una labor pedagógica y educativa tanto en el taller como en los espectáculos pero sobre todo una labor experimental y creativa.
Si quieres saber un poco más acerca de nosotros te invitamos a ver los vídeos de nuestros espectáculos en la página de Media.
¡Que viva el movimiento!
